Edificio de la Sociedad Bilbaina

En las inmediaciones de la Plaza Circular y el Teatro Arriaga, se alza majestuoso uno de los edificios más emblemáticos de Bilbao: la sede de la Sociedad Bilbaina. Ubicado en la calle Navarra 1, este impresionante inmueble no solo destaca por su arquitectura ecléctica, sino también por ser el hogar de uno de los clubes sociales más prestigiosos de la ciudad desde 1913.

Su imponente presencia y su rico legado histórico lo han convertido en uno de los símbolos indiscutibles del Bilbao señorial.

Los orígenes de una institución centenaria #

La historia de la Sociedad Bilbaina se remonta a 1839, cuando 133 bilbaínos ilustres decidieron fundar un club social al estilo europeo durante los últimos coletazos de la Primera Guerra Carlista. Durante sus primeros 75 años, la sociedad ocupó un local en la Plaza Nueva, pero el crecimiento de la institución y las ambiciones de sus miembros llevaron a buscar una sede más acorde con su prestigio.

El proceso de construcción del actual edificio comenzó en 1909, cuando se convocó un concurso entre los miembros de la Asociación de Arquitectos de Vizcaya. De las 13 propuestas presentadas, resultó ganador el proyecto del arquitecto Emiliano Amann Amann, quien diseñó un edificio que combinaba magistralmente las influencias vienesas en su exterior con un elegante interior de inspiración británica. La construcción se completó en apenas dos años y medio, inaugurándose el 25 de enero de 1913.

Una obra maestra de la arquitectura ecléctica #

El edificio de la Sociedad Bilbaina representa uno de los mejores ejemplos del estilo ecléctico monumental en la villa. Su estructura se eleva sobre una planta baja, tres plantas altas y una planta bajocubierta, coronada por una impresionante cúpula circular que domina la rotonda en el chaflán entre las calles Bailén y Navarra.

La fachada principal, que da a la calle Navarra, destaca por su equilibrada composición horizontal y su perfecta simetría. El acceso principal es verdaderamente monumental, compuesto por un gran vano de medio punto con vanos acristalados, sustentado por dos majestuosas columnas monolíticas de mármol de Ereño. En la segunda planta, un elegante balcón con balaustrada de piedra une tres vanos, siendo el central de mayor tamaño, mientras que en el tercer piso se abre un vano adintelado enmarcado por columnas jónicas que culmina en un distinguido perfil troncopiramidal.

Un interior que respira nobleza británica #

El interior del edificio es un tributo al refinamiento de los clubes británicos de la época. Nada más traspasar el umbral, los visitantes son recibidos por una espectacular escalera de honor en espiral, coronada por una claraboya que inunda de luz natural el espacio. Esta escalera, que se apoya sobre columnas de mármol rosáceo de cuatro metros de altura, actúa como eje vertebrador de todo el edificio.

La distribución interior ha mantenido su disposición original a lo largo de los años. La planta baja alberga la amplia entrada, el arranque de la escalera monumental y el característico bar "inglés". La primera planta está dedicada a oficinas y archivos de la biblioteca, mientras que la segunda planta, considerada la planta noble, acoge los salones de estar, las salas de juego con sus billares originales y una impresionante biblioteca a doble altura dotada de un corredor superior.

Un legado cultural preservado #

La biblioteca de la Sociedad Bilbaina merece una mención especial. Con más de 40.000 volúmenes, incluyendo 100 impresos del siglo XVI y seis incunables, se ha convertido en una de las más importantes colecciones privadas del Estado. Durante la Guerra Civil, esta valiosa colección se salvó gracias a la intervención de Tomás Bilbao, director general de Obras Públicas, quien ordenó cegar las entradas a la biblioteca, preservando así su invaluable contenido.

Todas las estancias del edificio conservan su decoración y mobiliario original, tanto en techos como en paramentos verticales y suelos. Las obras artísticas que adornan sus paredes han permanecido en sus ubicaciones originales desde la inauguración del edificio, creando un ambiente de autenticidad histórica que transporta a los visitantes a la época dorada de la burguesía bilbaína.

La Sociedad Bilbaina en la actualidad #

Hoy en día, el edificio mantiene su esplendor original gracias al cuidadoso mantenimiento supervisado por Emiliano de Amann y Garamendi, nieto del arquitecto original. El inmueble, reconocido como Bien de Interés Cultural en 1988 y como Bien Cultural con categoría de Monumento por el Gobierno vasco en 2000, continúa siendo un centro neurálgico de la vida social y cultural de Bilbao.

La Sociedad Bilbaina sigue funcionando como un exclusivo club privado, donde sus salones acogen desde íntimas reuniones hasta grandes eventos con capacidad para 1.200 personas. Sus instalaciones, que incluyen gimnasio, frontón y zona SPA en la cuarta planta, combinan la tradición con las comodidades modernas, manteniendo vivo el espíritu de encuentro social y cultural que motivó su fundación hace más de 180 años.