Enclavado en el bullicioso Casco Viejo de Bilbao, el Hotel Tayko se erige como un fascinante ejemplo de cómo la historia y la modernidad pueden entrelazarse para crear una experiencia única. Este establecimiento de cuatro estrellas, ubicado estratégicamente frente al Puente de la Merced, no es solo un lugar para alojarse, sino un viaje en el tiempo que te transporta a través de la rica historia industrial de la capital vizcaína.
Una joya arquitectónica centenaria #
El edificio que alberga el Hotel Tayko es una auténtica maravilla arquitectónica que celebra su centenario en 2024. Construido en 1924 por el arquitecto Adolfo Gil Lezama y promovido por José María Erice, este inmueble tiene el honor de ser el cuarto edificio en España construido íntegramente con estructura de hormigón, lo que lo convierte en un hito en la historia de la arquitectura nacional.
Originalmente concebido como un edificio de viviendas de lujo, cada planta contaba con una única y espaciosa vivienda equipada con todas las comodidades de la época, incluyendo ascensor, calefacción central y agua caliente corriente. La planta baja y el sótano se destinaron a uso comercial, iniciando así una tradición que marcaría la historia del edificio.
Un siglo de transformaciones #
La historia del edificio es un reflejo fiel de la evolución de Bilbao a lo largo del siglo XX. En sus primeras décadas, la planta baja albergó la ferretería de José María Erice, anunciada en la época como "Grandes Almacenes de tornillería de todas clases y herramienta en general". Este negocio fue testigo de la pujanza industrial de Bilbao en la primera mitad del siglo.
Posteriormente, el espacio comercial fue ocupado por los famosos Almacenes Zubicaray, un establecimiento que se convirtió en todo un icono para los bilbaínos. Estos almacenes, que ocupaban las dos primeras plantas y el sótano del edificio, no solo vendían ropa de casa y textiles para confección, sino que también eran el lugar de referencia para adquirir uniformes escolares e incluso prendas vaqueras. El emblemático astronauta que decoraba su fachada se convirtió en un símbolo reconocible para toda una generación de vizcaínos.
La transformación de Bilbao tras la crisis industrial de los años 80 también afectó al edificio. Tras el cierre de los Almacenes Zubicaray, el inmueble entró en un periodo de deterioro progresivo, reflejando el declive que experimentaba la ciudad en aquellos años.
De almacenes emblemáticos a hotel vanguardista #
La adquisición del edificio por parte de la cadena TAYKO marcó el inicio de una nueva era para este emblemático inmueble. La rehabilitación, a cargo del estudio Angulo Arquitectura con Borja Angulo al frente, se completó en 2019 y supuso un desafío tanto arquitectónico como conceptual.
El proyecto de reforma se basó en el respeto al carácter patrimonial del edificio, potenciando sus características originales al tiempo que lo adaptaba a su nuevo uso como hotel. En palabras del propio Borja Angulo: "Intentamos potenciar el carácter museístico del edificio, las pasarelas y divisiones respetan y no interfieren en los pilares, vigas ni muros originales".
Un diseño que respira historia #
Una de las intervenciones más significativas fue la unificación de dos pequeños patios interiores en uno solo de mayor tamaño, creando un atrio central que se convirtió en el eje vertebrador del hotel. La introducción de un sistema de pasarelas en este nuevo atrio no solo resolvió el flujo horizontal hacia las habitaciones, sino que también creó un espectacular espacio arquitectónico coronado por un impresionante lucernario.
Los materiales jugaron un papel crucial en esta fusión de épocas. Se optó por dejar a la vista el hormigón original, pintando de blanco las vigas y pilares para resaltar su presencia. El ladrillo original, en algunos casos pintado y en otros visto, se complementó con nuevos elementos como el viroc, un material compuesto que aporta un toque contemporáneo sin desentonar con la estética industrial.
La fachada del edificio, un elemento crucial en su integración con el entorno histórico del Casco Viejo, también fue objeto de una cuidadosa restauración. Se conservaron y realzaron sus elementos ornamentales, respetando la estética original de 1924 pero dotándola de un aspecto renovado y fresco.
Confort y vanguardia en perfecta armonía #
El Hotel Tayko ofrece 54 habitaciones cuidadosamente diseñadas para proporcionar el máximo confort sin perder de vista la estética industrial que caracteriza al edificio. En las habitaciones, se huyó del diseño clásico con el baño en la entrada, optando por espacios rectangulares más diáfanos que maximizan la sensación de amplitud.
Los suelos de madera, las camas extra anchas y la tecnología de última generación se combinan con elementos originales como las vidrieras restauradas y las escaleras de madera, creando espacios únicos y acogedores. La elección de una paleta de colores sobria, dominada por tonos grises y negros, contribuye a resaltar los elementos arquitectónicos originales.
Una experiencia gastronómica estelar #
La oferta del Hotel Tayko no se limita al alojamiento. En su primera planta se encuentra el restaurante Ola Martín Berasategui, galardonado con una estrella Michelin. Este espacio gastronómico, dirigido por el reconocido chef vasco, ofrece una experiencia culinaria de alto nivel que combina la tradición local con las técnicas más innovadoras.
Un viaje en el tiempo #
Alojarse en el Hotel Tayko es mucho más que dormir en un hotel de lujo. Es sumergirse en la historia de Bilbao, sentir el pulso de su pasado industrial y experimentar cómo la ciudad ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Cada rincón del hotel, desde el vestíbulo hasta las habitaciones, pasando por sus espacios comunes, cuenta una historia de transformación y adaptación.
El Hotel Tayko no solo es un lugar para descansar, sino un destino en sí mismo. Un espacio donde la arquitectura, el diseño y la gastronomía se dan la mano para ofrecer a sus huéspedes una experiencia única en el corazón del Casco Viejo bilbaíno. Sin duda, una parada obligatoria para quienes deseen descubrir la esencia de Bilbao, desde su pasado industrial hasta su presente como referente de la modernidad y la innovación.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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