En el inicio de la emblemática Gran Vía de Bilbao se alza majestuosa la Torre Bizkaia, un edificio que ha sido testigo y protagonista de la transformación de la ciudad en las últimas décadas. Este rascacielos, que domina el skyline bilbaíno, no es solo un hito arquitectónico, sino también un símbolo de la evolución económica y social de la capital vizcaína.
Historia: del poder financiero a la innovación #
La historia de la Torre Bizkaia comienza en la década de 1960, cuando Bilbao era el centro financiero e industrial del norte de España. En 1969, se inauguró este imponente edificio como sede del Banco de Vizcaya, más tarde conocido como Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y posteriormente como BBVA tras la fusión con Argentaria.
El proyecto fue encargado a los arquitectos Enrique Casanueva, Jaime Torres y José María Chapa, quienes diseñaron un edificio que rompía con la estética tradicional de la Gran Vía, marcando un antes y un después en el paisaje urbano de Bilbao. La torre se erigió en el mismo solar donde desde 1903 se ubicaba la antigua sede del Banco de Vizcaya, proyectada por el arquitecto José María de Basterra.
Durante casi cuatro décadas, la Torre Bizkaia fue el edificio más alto de la ciudad, con sus 88 metros de altura, hasta que en 2009 fue superada por la Torre Iberdrola (165 m). A lo largo de su historia, el edificio ha sido testigo de los cambios en el sector bancario español, albergando las oficinas del BBV y posteriormente del BBVA hasta 2010.
En 2018, el BBVA vendió el edificio al fondo inversor Angelo Gordon, marcando el inicio de una nueva etapa para la torre. Tras varias operaciones inmobiliarias, en 2022 los inversores Beraunberri y Onchena adquirieron la torre por más de 165 millones de euros, dando paso a su renovación y nuevo propósito.
Arquitectura: un diseño vanguardista que perdura #
La Torre Bizkaia es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura moderna de los años 60. Con sus 21 plantas sobre rasante y 3 sótanos, el edificio ofrece una superficie total de 30.400 m², convirtiéndose en uno de los espacios de oficinas más emblemáticos de Bilbao.
El diseño de la torre se caracteriza por su estructura de dos volúmenes girados que se elevan hacia el cielo, creando un efecto visual dinámico y elegante. Esta configuración no solo aporta interés estético, sino que también responde a necesidades funcionales, optimizando el espacio interior y la iluminación natural.
Uno de los elementos más distintivos de la Torre Bizkaia es su fachada. Originalmente, se diseñó como un muro cortina con vidrios de tonalidad variable, que cambiaban de color según la incidencia de la luz solar. Este efecto cromático hacía que el edificio pareciera transformarse a lo largo del día, convirtiéndolo en un espectáculo visual para los viandantes.
La estructura del edificio está formada por pilares y vigas metálicas recubiertas de hormigón, una solución constructiva que combina resistencia y protección contra incendios. El núcleo central de ascensores y escaleras actúa como columna vertebral del edificio, garantizando la estabilidad y facilitando la circulación vertical.
La gran renovación: recuperando el esplendor original #
En 2021, cincuenta años después de su inauguración, la Torre Bizkaia se sometió a una profunda remodelación dirigida por el estudio de arquitectura IDOM. Esta reforma integral tenía como objetivo adaptar el edificio a las necesidades del siglo XXI, respetando al mismo tiempo su esencia arquitectónica original.
El proceso de renovación fue meticuloso y complejo. Se realizó un vaciado completo del interior, manteniendo únicamente la estructura. Esto permitió una redistribución de los espacios, adaptándolos a los nuevos usos previstos: comercial en las seis primeras plantas y oficinas en el resto.
Uno de los aspectos más destacados de la reforma fue la intervención en la fachada. Protegida por la normativa municipal, se llevó a cabo una exhaustiva labor de investigación para recrear con precisión las características originales. Se eliminaron las modificaciones que el edificio había sufrido a lo largo de los años y se recuperó el color rosado original de los cristales, un detalle que había sido alterado con el paso del tiempo.
La renovación también afectó a la estructura. Se realizaron refuerzos generalizados en las plantas comerciales y en aquellas destinadas a usos de pública concurrencia. Además, se llevaron a cabo cambios estructurales de gran calado, como la implantación de un hueco que une cinco plantas del edificio con escaleras mecánicas, lo que requirió la eliminación de una de las vigas principales y la creación de nuevos elementos de arriostrado.
En el interior, se optó por un diseño que combina modernidad y calidez. Se utilizaron materiales como el mármol blanco estremoz en el suelo y chapa grecada blanca en paredes y techos, creando espacios luminosos y elegantes. Como guiño a su pasado bancario, el núcleo de ascensores se configuró como un bloque dorado formado por paneles de acero inoxidable color oro.
Un nuevo propósito: el Centro Internacional de Emprendimiento #
Tras su renovación, la Torre Bizkaia ha renacido como el BAT (B Accelerator Tower), un centro neurálgico de innovación y emprendimiento. Las seis primeras plantas se han destinado a uso comercial, mientras que el resto del edificio alberga espacios de oficinas y el Centro Internacional de Emprendimiento.
Este nuevo propósito convierte a la torre en un ecosistema único, donde startups, corporaciones y fondos de inversión convergen para crear las empresas del futuro. El centro está conectado con 140 puntos de emprendimiento en todo el mundo, posicionando a Bilbao en el mapa global de la innovación.
La Torre Bizkaia hoy: un símbolo de la reinvención de Bilbao #
La Torre Bizkaia es mucho más que un edificio; es un testimonio vivo de la historia y la evolución de Bilbao. Desde sus orígenes como sede de una de las entidades financieras más importantes de España, hasta su actual papel como centro de innovación y emprendimiento, la torre ha sabido adaptarse a los cambios de la ciudad y la sociedad.
Su arquitectura, que en su día fue revolucionaria, sigue siendo hoy un referente en el paisaje urbano de Bilbao. La reciente renovación ha permitido no solo preservar su valor histórico y estético, sino también dotarla de una nueva funcionalidad acorde con las necesidades del siglo XXI.
La Torre Bizkaia es, en definitiva, un símbolo de la capacidad de reinvención de Bilbao. De ser el bastión del poder financiero tradicional, ha pasado a ser el faro que guía hacia un futuro de innovación y emprendimiento. Este edificio no solo es un testimonio de la historia económica de la ciudad, sino también una promesa de su brillante futuro en la economía global del conocimiento.
Para cualquier visitante de Bilbao, la Torre Bizkaia es una parada obligatoria. Ya sea para admirar su imponente arquitectura desde el exterior, o para explorar las posibilidades que ofrece en su interior, este edificio es un reflejo perfecto de la ciudad: orgulloso de su pasado, pero siempre mirando hacia el futuro.
Juanjo Marcos
Desarrollador y diseñador web actualmente afincado en Bilbao. Desde que tengo uso de razón viajar es una de mis grandes pasiones, junto a la tecnología, la fotografía y los largos paseos sin rumbo definido.
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