Día 4. Regreso y conclusiones

Tras una intensa y enriquecedora experiencia en el Open House Essen 2023, llegó el momento de regresar a casa. El 9 de octubre marcó el final de mi participación en este increíble evento, al que asistí gracias al programa de intercambio de voluntarios Open House Europe. Aunque este último día no estuvo lleno de actividades programadas, ciertamente no estuvo exento de emociones y pequeñas aventuras que pusieron un broche de oro a mi estancia en Alemania.

Un viaje al aeropuerto lleno de sorpresas #

Mi vuelo de regreso estaba programado para salir del aeropuerto de Düsseldorf a las 12:05h, con llegada prevista a Bilbao a las 14:15h. Sin embargo, lo que normalmente sería un sencillo viaje en tren desde Mülheim (donde se ubicaba nuestro Hotel U) hasta el aeropuerto, se convirtió en todo un desafío logístico que puso a prueba mi capacidad de adaptación.

Las Vacaciones de Otoño (Herbstferien) trajeron consigo cortes inesperados en la línea ferroviaria, complicando significativamente el trayecto. De repente, me enfrentaba a una odisea de 2 horas con tres transbordos, una perspectiva poco alentadora cuando tienes un vuelo que tomar. La ansiedad comenzó a crecer cuando, al llegar a la estación central de Mülheim, me encontré con un retraso inesperado del tren.

En ese momento, sopesando los riesgos y el tiempo disponible, decidí no arriesgarme con el transporte público y opté por una solución más segura: tomar un Uber. Aunque esto suponía un gasto adicional no planificado, la tranquilidad de saber que llegaría a tiempo al aeropuerto de Düsseldorf valía cada céntimo. El viaje en Uber transcurrió sin incidentes, permitiéndome llegar al aeropuerto con tiempo suficiente para pasar los controles de seguridad sin prisas.

Sin embargo, el destino tenía preparada una última sorpresa. A pesar de mis esfuerzos por llegar puntualmente, el vuelo también sufrió un retraso. Finalmente, no aterricé en Bilbao hasta las 3 de la tarde, casi una hora más tarde de lo previsto. Este final algo agitado y lleno de imprevistos parecía un recordatorio de que los viajes, al igual que la vida, rara vez salen exactamente como los planeamos, pero eso no les resta ni un ápice de su valor y emoción.

Reflexiones sobre una experiencia extraordinaria #

Mientras esperaba en la terminal y durante el vuelo de regreso, tuve tiempo para reflexionar sobre los días pasados en Essen. Sin duda alguna, puedo afirmar que esta experiencia fue espectacular en todos los sentidos, superando con creces mis expectativas iniciales.

Uno de los aspectos que más me impactó fue la extraordinaria amabilidad y el espíritu colaborativo del equipo organizador de Open House. Desde el primer momento, me hicieron sentir como en casa, proporcionándome todo el apoyo y la información necesaria para desempeñar mi papel como voluntario. Su pasión por compartir la arquitectura y la cultura de Essen era contagiosa, y su dedicación para asegurar que tanto voluntarios como visitantes tuviéramos la mejor experiencia posible fue realmente admirable.

A pesar de las barreras del idioma, que en un principio me preocupaban, tuve numerosas oportunidades de interactuar con la gente local. Estos encuentros fueron mucho más allá de simples intercambios de información; se convirtieron en verdaderos puentes culturales. La paciencia y el interés genuino de los residentes de Essen por comunicarse conmigo, a menudo recurriendo a una mezcla creativa de alemán, inglés y lenguaje corporal, me conmovieron profundamente. Estas interacciones no solo mejoraron mi comprensión de la cultura local, sino que también reforzaron mi fe en la capacidad humana para conectar más allá de las diferencias lingüísticas.

Los edificios que tuve el privilegio de visitar durante el Open House Essen fueron verdaderamente impresionantes. Cada estructura, desde modernos rascacielos hasta edificios históricos cuidadosamente restaurados, contaba una parte única de la historia de la ciudad. La diversidad arquitectónica de Essen, que refleja su evolución desde un centro industrial hasta una metrópolis moderna y culturalmente rica, fue una revelación para mí. Estos recorridos no solo alimentaron mi pasión por la arquitectura, sino que también me proporcionaron una comprensión más profunda de cómo el entorno construido da forma a la vida y la identidad de una comunidad.

Entre los momentos más memorables de mi estancia, destaca especialmente la oportunidad de participar en la ceremonia de rezo en una mezquita local. Esta experiencia trascendió lo meramente turístico, convirtiéndose en un profundo intercambio cultural. La calidez con la que fui recibido, las explicaciones detalladas sobre las tradiciones y rituales, y la posibilidad de observar y participar respetuosamente en un acto de fe tan significativo, fueron invaluables. Este tipo de experiencias son las que realmente enriquecen un viaje, permitiéndonos ver el mundo a través de los ojos de otros y ampliar nuestra comprensión y empatía.

No puedo dejar de mencionar el clima excepcionalmente bueno que nos acompañó durante toda la estancia. Los días soleados y las temperaturas agradables no solo hicieron más placenteros los recorridos por la ciudad, sino que también parecían reflejar el ambiente cálido y acogedor que encontré en Essen. Este buen tiempo nos permitió disfrutar plenamente de los espacios al aire libre y apreciar la belleza de los parques y plazas de la ciudad bajo una luz favorable.

Más que recuerdos: amistades y oportunidades #

Al hacer balance de mi tiempo en Essen, me alegra poder decir que me llevo mucho más que simples recuerdos. Las conexiones que establecí con otros voluntarios, organizadores y residentes locales se han convertido en amistades que espero perduren en el tiempo. El ambiente de camaradería y el intercambio de experiencias con personas de diversos orígenes no solo enriquecieron mi estancia, sino que también ampliaron mi red personal y profesional de una manera que nunca hubiera anticipado.

Sorprendentemente, este viaje también abrió puertas a potenciales oportunidades laborales. Las conversaciones casuales sobre mi experiencia profesional y mis intereses a menudo llevaron a discusiones más serias sobre posibles colaboraciones o proyectos futuros. Esta dimensión inesperada del viaje subraya cómo las experiencias de voluntariado y los intercambios culturales pueden tener un impacto significativo no solo en nuestro crecimiento personal, sino también en nuestras trayectorias profesionales.

Una promesa de volver: Essen, una ciudad por descubrir #

A pesar de la riqueza de experiencias vividas durante el Open House, sentí que apenas había arañado la superficie de lo que Essen tiene para ofrecer. La intensidad de las actividades del festival, aunque gratificante, dejó poco tiempo para explorar la ciudad a mi propio ritmo. Esta sensación de "tarea pendiente" lejos de ser una decepción, se convirtió en una poderosa motivación para volver.

Essen, a primera vista, puede no figurar en las listas de destinos turísticos más populares de Alemania. Sin embargo, durante mi breve estancia, la ciudad reveló destellos de una personalidad única y fascinante que merece ser explorada en profundidad. La mezcla de su herencia industrial con una vibrante escena cultural contemporánea, los espacios verdes inesperados en medio del tejido urbano, y la calidez de su gente, todo apunta a una ciudad con muchas capas por descubrir.

Por ello, antes de abordar mi vuelo de regreso, me hice una promesa firme: volver a Essen. La próxima vez, me dije, vendría como un viajero con tiempo para perderse por sus calles, para sentarme en sus cafés y conversar con los lugareños sin la prisa de un programa estructurado. Quiero sumergirme en su historia industrial, explorar sus museos a fondo, y descubrir los rincones menos conocidos que hacen de Essen una ciudad única.

Esta promesa de retorno no es solo un plan de viaje; es un reconocimiento de que a veces los lugares más sorprendentes y enriquecedores son aquellos que inicialmente pasamos por alto. Essen demostró ser mucho más que un destino de paso o el escenario de un evento; se reveló como una ciudad con una identidad propia, compleja y atractiva, que merece ser apreciada con tiempo y atención.